En momentos así no hay nada para escribir, solamente hay ganas de llorar, estar sola y dormirme abrazada a uno de tus peluches. No hay nada más que tristeza, que ganas de apagarme un rato hasta que vuelvas. En momentos así lo único para decir es que te extraño, y te extraño tanto que no hay palabras para describir lo que duele. Solamente hay dolor y amor entremezclados, solamente hay culpa por haberte dejado ir. En momentos así mis pensamientos y mi cuerpo se hacen uno y el dolor de no tenerte se vuelve somático y se me quiebra el pecho extrañándote. En momentos así no hay más que ganas de estar con vos.
Nunca más me voy a separar de vos, Morena, te lo juro por tu vida. Se me parte el alma de saber que aunque sea un solo momentito al día cuando estás ya prácticamente dormida lloriqueas llamándome. No hay palabras para decir cuánto me duele y no hay perdones que alcancen para demostrarte lo arrepentida que estoy, lo mucho que quiero que vuelvas ahora mismo conmigo. Te extraño... te extraño demasiado.

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