Cosas viejas II

¿Se puede extrañar a alguien después de más cuatro años de haberlo dejado atrás?


Hoy estoy cursi.


Miré tus fotos mordiéndome los labios.


Creo que cada vez que te veo, sin importar cuántos años pasen,


sigo queriendo violarte :)

Cosas viejas I

Un borrador que me encontré por ahí, de esos tiempos en los que no era feliz:


¿Cuán difícil puede ser decidir lo que uno quiere y delimitar lo que uno no quiere?


Yo sé que la gente "normal" no tiene estos problemas, lo sé...


"Yo sé que no puedo con mi genio" le dije a mi psicólogo.


El psicólogo me habla como si la vida fuese fácil,
como si pudiera resumirse a hacer lo que uno quiere y no hacer lo que uno no quiere.


¿Por qué no es así de fácil?


Odio esto.


No tengo los ovarios bien puestos, eso pasa.


Encontré algo, por fin, algo que creo que quiero... y creo que descubrí que hay algo que no quiero.


Ya me había planteado esto antes...


No es que haya algo que realmente me impida hacer lo que quiero, es simplemente que no tengo los huevos suficientes para hacerlo. No tengo los huevos para romper esquemas sociales y familiares, para terminar con expectativas puestas en mí, para dar explicaciones sobre lo que elijo (o no darlas, en todo caso, porque la única "explicación" sería: HAGO ESTO PORQUE QUIERO Y PUNTO, sin importar si me conviene o no, si me voy a cagar de hambre o no).

Negra resentida: Mode On

Los chetos tienen una extraña obsesión con:
  • Los buzos GAP.
  • Sacarse fotos haciendo obras de caridad y subirlas al Facebook para que todos sus amigos chetos les comenten "Sos una excelente persona".
  • Declararse siempre en contra de CFK, los zurdos, los gays, la marihuana, etc.
  • Ir a la iglesia.
  • Horrorizarse cuando ven que la gente mata animales para comérselos (y yo me pregunto... ¿de dónde mierda se creen que salen los asados que comen todos los domingos?)
Bueno, eso. Chau.

I'm back.

Volví.
Hola, soy yo.
Volví.
Volví a ser feliz.
Volví con la simpleza de ser,
de ser feliz.
No tengo y no hago más que antes,
pero sí soy más.
Soy feliz, simplemente.
Por ser simple, soy feliz.
Mi vida no es extraordinaria,
no hago cosas audaces,
no soy sobresaliente
ni tengo una vida excitante ni fantástica.
Tengo la misma rutina todas las semanas,
me gusta ver los mismos programas de televisión siempre,
me gusta hacer lo mismo todos los fines de semana,
sólo me relaciono con la misma poca gente de siempre.
Pero soy feliz.
Voy a la Facultad siempre con el mismo horario,
los mismos días
a ver las mismas caras,
pero me siento feliz,
inmensamente feliz,
porque es lo que me gusta,
porque me gusta esa rutina,
MI rutina.
Todas las tardes me las paso encerrada en mi casa con mi hija,
veo alguna serie en televisión
y a la noche me voy a dormir con ella,
y quizás leo un poco de Historia del Arte antes de cerrar los ojos,

pero me siento feliz,
inmensamente feliz,
porque es lo que me gusta,
porque me gusta esa rutina,
MI rutina.
Los fines de semana no salgo de noche,
o salgo sin arreglarme sólo a ver a mis amigas
para fumar un porro y reírme un rato;
sino salgo de día al parque a tomar mates,
comer criollitos
y charlar con las únicas dos amigas que tengo
mientras More juega y se aburre por ratos,

pero me siento feliz,
inmensamente feliz,
porque es lo que me gusta,
porque me gusta esa rutina,
MI rutina.