Me da vergüenza que hayamos sido el país más rico, con más abundancia de recursos, que tengamos toda clase de climas, de flora, de fauna... y que hayamos terminado tan pobres.
Me da vergüenza que un país como el nuestro, que tenía como principal recurso a sus vacas, hoy venda a sus habitantes a $49 el kilo de lomo, a $30 los 800 gramos de leche en polvo.
Me da vergüenza que mis representantes se gasten 9 millones de pesos en "adornar" la ciudad en vez de invertir en educar a la población.
Me da vergüenza haber tenido a un tipo tan grande como René Favaloro y que lo hayamos terminado matando de un tiro al corazón.
Me da vergüenza que en las escuelas de mi país no se enseñe qué es un concejal o un ministro, qué se debe tener en cuenta a la hora de votar, cuáles son los partidos existentes, cuáles fueron las grandes corrientes políticas a lo largo de la historia... Me da vergüenza que terminemos el secundario con 18 años, el documento en mano para participar de las elecciones y sin la más mínima idea sobre qué es un voto.
Me da vergüenza que la droga en mi país se imponga en la vida de los chicos desde tan tempranas edades sin dejarles otra elección.
Me da vergüenza que las cárceles argentinas sean hoteles 5 estrellas mantenidos por los impuestos que pagan los boludos a los que el ladrón allí encerrado les robó.






Me dan vergüenza miles de cosas más, pero ahora me vence el sueño... ¡Otro día sigo!

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