Yo sé que me mandé muchas cagadas, yo sé.
No sé si eso te afectará el día de mañana, 
pero espero saber criarte de forma que no lo haga.
Espero que puedas ver la vida como la veo yo hoy.
Espero que seas mañana tan mía como te siento.
Que seas lo que sos, y nada más que eso.
Que seas sangre de mi sangre.
No quiero volverme vieja, no me dejes.
No quiero reprimirte, no quiero cortarte las alas.
Quiero ser tan chica como vos para siempre,
para entenderte y acompañarte desde al lado
y no desde más allá.
Quiero tropezarme con vos y caerme primero
para que mi cuerpo amortigüe tu golpe.
No quiero crecer, lo admito.
Quiero madurar, eso sí, pero no crecer.
Quiero quedarme con mi locura,
con el "Todo me chupa un huevo"
que caracteriza tanto al adolescente.
No quiero empezar a preocuparme por todo, no.
No quiero el día de mañana decir
"Yo quería hacer esto, ser aquello...
Pero empecé a estudiar, a trabajar, fui mamá..."
Quiero hacer lo que quiero,
tener todo con lo que sueño.
Quiero quererlo con tantas ganas
que todo lo que me impide hacerlo pase a ser insignificante.
Quiero que me acompañes.
Quiero que tengas tus propios sueños
y no dudes en decirme un día

"Vieja, me voy a cumplirlos".
Y quiero que cuando ese día llegue
yo siga teniendo esta cabeza y te pueda dejar ir.
Quiero que mires la vida con mis ojos,
con la parte buena que tienen.
Quiero que entiendas que la vida es para vivirla.
Quiero acordarme siempre de eso.
No quiero un día sentirme identificada con "Homero".
Quiero enseñarte que la vida es una fiesta,
y quiero que la bailes.
Quiero ser tu escudo para todo lo malo,
y quiero que aprendas a reírte de eso.
Nunca quiero dejar de reírme.
Quiero que tu risa siga siendo mi motor
y quiero que también sea el tuyo.
Quiero que te rías de todo y de todos,
que seas la persona más feliz del mundo.
Quiero que te rías de mí
si el día de mañana me vuelvo adulta.
Que te rías tan fuerte
que tu risa me recuerde quién era,
y pueda volver a ser esta pendeja idiota
que se ríe de todo y de todos.
Quiero que seas libre.
Quiero que todo te chupe un huevo.
Quiero que aprendas que, de vez en cuando,
está bueno no escuchar y no hacer caso.
Quiero que apliques eso incluso conmigo.
Pero quiero también, claro,
que aprendas a escuchar cuando es necesario.
Quiero que aprendas el valor de un consejo.
Quiero que sepas que todos saben algo de algo,
que todos tienen una historia que contar
y que todas las historias tienen moralejas,
aunque a veces nos cueste descifrarlas.
Quiero que seas capaz de aprender
de cada persona que se te cruce en el camino.
Quiero aprender yo también a aprender de vos.
Quiero tener algo que puedas aprender de mí.
Quiero algún día poder ser tu mejor ejemplo.
Quiero que algún día estés orgullosa de mí,
como yo lo estoy de vos desde el día que naciste.

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