Saturarse, suturarse y volver a empezar.

No pensar en lo mucho que pesa, esa fue siempre mi estrategia, no pensar y seguir, porque si no pienso en algo, no existe. Ignoro mis problemas, me río, pienso que soy feliz. A veces me saturo, exploto, tengo "un día malo" y sigo, arranco de nuevo, hago como que nada pasó. Siempre hago lo mismo, es una puta estrategia de supervivencia que me está matando: hacer como que nada pasó. Tengo tanto miedo de afrontar lo que pasa que prefiero evitar resoluciones a largo plazo y "seguir peleándola", sin saber para qué peleo. Jamás voy a decir que no puedo, no, siempre puedo un poco más, siempre aguanto un poco más, siempre me callo un poco más. Hay días en los que quiero mandar todo a la mierda, pero no puedo, tengo que quedarme y seguir, seguir, seguir y hacer como que nada pasó, porque si algo pasara estaríamos en la ruina.

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